Aunque mi decisión de abrir una nueva etapa a nivel profesional con la escritura de novelas y relatos a partir de El enigma Haldane es firme, surgió meses atrás la opción de hacer un libro sobre Joseph L. Mankiewicz (1909-1993). No ha sido un encargo sino más bien una propuesta que fue bien recibida por parte de T&B Editores. Aprovechando el centenario del nacimiento de Mankiewicz, a celebrar el próximo 11 de febrero del año en curso, me puse manos a la obra para tener listo una monografía sobre el realizador norteamericano. Como siempre antes de hacer una inmersión en uno u otro personaje, algunas de las ideas preconcebidas se van al garete y otras se afianzan. En el caso de Joseph L. Mankiewiz, lo que quizá me haya sorprendido más es que su obra cinematográfica sufrió toda clase de ingerencias hasta el punto que hablo en la introducción del libro que Sam Packinpah tendría un duro rival a la hora de contabilizar el número de producciones cuyo metraje sufriría unos recortes más que considerables (capítulo aparte merece Cleopatra). Pero aun así, Joseph Mankiewicz pudo sentirse extraordinariamente orgulloso de una filmografía que le sitúa por derecho propio entre los mejores directores-guionistas de la historia. Ese juez insobornable que deviene el tiempo ha dejado en buen lugar a Mankiewicz, incapaz de brindar un mal o mediocre guión, aunque a veces pecaría de hablar excesivamente desde las alturas de la excelencia —léase La condesa descalza (1954)—.
Para un servidor hubiera resultado absurdo y fútil escribir sobre un cineasta del que ya existiera copiosa bibliografía en castellano, y lo que se suele decir, hubiera una «obra de referencia». A propósito de los libros escritos por Mankiewicz en nuestro país, en la parte correspondiente a los apéndices me hago eco de una anécdota en torno al libro «inexistente» de José Ruiz, acusado en su día de plagio y que hubiera sido uno de los primeros en ver la luz en las librerías sobre tan insigne realizador. Carlos F. Heredero, actual director de Cahiers du cinéma (versión española), le tomaría la delantera para un buen libro que tendría una segunda vida en otra editorial. Y ahí se paró la cosa. Desde 1990 ninguna editorial española ha contado con una monografía sobre Mankiewicz —soslayo lo que hizo Cátedra; esa vez tocaba la de arena— dentro de sus respectivas colecciones. El tiempo, una vez más, dictaminará si Joseph L. Mankiewicz: un renacentista en Hollywood (ver portada en el margen derecho del blog) es el título que cubre las máximas expectativas del lector aficionado al cine sobre la obra de un cineasta que nada tiene de banal y, por tanto, su exigencia creativa superaba con creces la media. Pero de lo que si doy fe es que he intentado hacer un libro que cubriera los máximos flancos posibles, evaluando su veintena films por orden cronológico, dedicando un espacio a las bandas sonoras de cinco de sus películas, elaborando un apartado en torno a dos remakes interpretados por Sir Michael Caine (El americano impasible y La huella-2007), incluyendo una filmografía completa, discografía, Mankiewicz en internet, una parte biográfica y analizando, en la medida de lo posible, su etapa como productor y guionista antes de posicionarse tras las cámaras a partir de El castillo de Dragonwyck (1946). Definitivamente, Mankiewicz me ha ganado en la revisión, aunque sigo pensando que uno de sus films menos logrados, De repente, el último verano (1959), por ejemplo, nunca lo hubiera realizado de no haberse dado una circunstancia que tuvo estrecha relación con su vida personal.
Para un servidor hubiera resultado absurdo y fútil escribir sobre un cineasta del que ya existiera copiosa bibliografía en castellano, y lo que se suele decir, hubiera una «obra de referencia». A propósito de los libros escritos por Mankiewicz en nuestro país, en la parte correspondiente a los apéndices me hago eco de una anécdota en torno al libro «inexistente» de José Ruiz, acusado en su día de plagio y que hubiera sido uno de los primeros en ver la luz en las librerías sobre tan insigne realizador. Carlos F. Heredero, actual director de Cahiers du cinéma (versión española), le tomaría la delantera para un buen libro que tendría una segunda vida en otra editorial. Y ahí se paró la cosa. Desde 1990 ninguna editorial española ha contado con una monografía sobre Mankiewicz —soslayo lo que hizo Cátedra; esa vez tocaba la de arena— dentro de sus respectivas colecciones. El tiempo, una vez más, dictaminará si Joseph L. Mankiewicz: un renacentista en Hollywood (ver portada en el margen derecho del blog) es el título que cubre las máximas expectativas del lector aficionado al cine sobre la obra de un cineasta que nada tiene de banal y, por tanto, su exigencia creativa superaba con creces la media. Pero de lo que si doy fe es que he intentado hacer un libro que cubriera los máximos flancos posibles, evaluando su veintena films por orden cronológico, dedicando un espacio a las bandas sonoras de cinco de sus películas, elaborando un apartado en torno a dos remakes interpretados por Sir Michael Caine (El americano impasible y La huella-2007), incluyendo una filmografía completa, discografía, Mankiewicz en internet, una parte biográfica y analizando, en la medida de lo posible, su etapa como productor y guionista antes de posicionarse tras las cámaras a partir de El castillo de Dragonwyck (1946). Definitivamente, Mankiewicz me ha ganado en la revisión, aunque sigo pensando que uno de sus films menos logrados, De repente, el último verano (1959), por ejemplo, nunca lo hubiera realizado de no haberse dado una circunstancia que tuvo estrecha relación con su vida personal.
Esperemos, pues, que este director que parece haber caído un tanto en el olvido entre la cinefilia, vuelva a ocupar el puesto que se merece entre lo más granado que alumbró el cine de los grandes estudios. Su vigencia se expresa hoy en día no tan sólo contemplando joyas de la dimensión de Eva al desnudo (1950) o Mujeres en Venecia (1967), sino rebuscando en una filmografía que no tiene desperdicio, como Odio entre hermanos (1949), uno de los pocos títulos de Mankiewicz-director inédito en DVD en zona 2. Con este magistral título se pone en entredicho que el cine de Mankiewicz pertenece a otra época y visión de la realidad; de sus imágenes y sus diálogos se extrae uno de los alegatos contra el capitalismo salvaje que causarían incredulidad por lo certero de su discurso en función de lo que sucede en la actualidad. Un film, por tanto, intemporal, que se suma a uno de mis títulos favoritos de la obra del cineasta de ascendencia polaca: El fantasma y la Sra. Muir (1947). Este 2009 puede ser una buena excusa para echar mano de la videoteca, DVDteca, los canales temáticos o acudir a la filmoteca para revisar el cine de Mankiewicz. Este libro, confeccionado con mimo y magníficamente editado por T&B, está al servicio de ese público aficionado al cine advertido de la aparición de libros que completen la visión de cada uno, además de ofrecer una extensa y contrastada documentación. El 11 de febrero inicio en la Tecla Sala de L’Hospitalet de Llobregat, a las 19 h 00, la presentación del libro para dos semanas después, el día 25, hacer lo propio en el marco de la Filmoteca de la Generalitat de Catalunya. Un acto, este último, que contará con la participación de José Enrique Monterde, en calidad de moderador, y de Tomás Fernández Valentí como presentador. Dos horas de debate en torno a la figura cinematográfica de Mankiewicz que tendrá su colofón con la proyección de Operación Cicerón (1952), otro de sus títulos con mayúsculas protagonizado por su coetáneo James Mason, quien celebra precisamente el centenario este 2009. Estáis todos invitados... en el año Mankiewicz, el del reencuentro con un maestro del Cine.
1 comentario:
Suerte con el libro, "crack".
Un abrazo.
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