domingo, 31 de mayo de 2009

«A DAY IN THE LIFE»: NEIL YOUNG EN CONCIERTO


30 de mayo de 2009. En la confluencia entre la Avenida Diagonal y la calle Ernest Lluch —memoria obliga— se inicia una larga rampa que, después de sortear un par de controles, sitúa a un hormiguero de personas de muy distintas edades a las puertas del recinto al aire libre del Fórum de Barcelona habilitado para acoger una nueva edición del Primavera Sound. Busqué el lugar donde debía actuar Neil Young, al que llevaba años —demasiados años— deseando disfrutarlo en alguno de sus directos. Pocos minutos después de que las manecillas superaran las nueve y media la noche barcelonesa empezaba a vestirse de negro para honrar con traje de etiqueta la llegada de ese gigante de la música llamado Neil Young. Un discreto ademán se erigía en una suerte de saludo protocolario por parte del compositor y multiinstrumentista canadiense. Dispuesto a extender sobre el tapiz de los recuerdos de cada uno de los asistentes —unos treinta mil, según fuentes de la organización del Primavera Sound— un rosario de canciones que tienen la virtud de haber encandilado a varias generaciones (Heart of Gold, Cinnamon Girl, The Needle and the Damage Done, Rockin’ In the Freeworld...), Neil Young se arropó de la compañía de su intermitente «escudero» Ben Keithslide guitar, teclados y piano— desde los tiempos de Harvest (1972), Rick Rosas al bajo —la «cuota» de mestizaje ante la ausencia de Crazy Horse—, el joven Anthony Crawford –guitarra, pero asimismo desdoblado en otras funciones a lo largo de la velada—, Chad Cromwell a la batería, y su mujer Pegi Young haciendo los coros y con una breve incursión al piano. Para sorpresa de los neilyoungeros —atomizados en las primeras filas de un recinto lleno a rebosar—, Neil Young abrió la «caja de los truenos» con Mansion On the Hill para luego ir desplegando toda la artillería sonora con temas que me sobrecogieron por su fiereza en directo. Fascinante me pareció la ejecución de Pocahontas, pero el ánimo del público ganó enteros con Cinnamon Girl, y más concretamente en una chica situada a mi espalda que parecía complacerse que esa caballera color miel se tornara en canela por efecto de una iluminación que irradiaba al respetable y de un Neil Young que se dejaba, una vez más, el alma y la voz en concierto. Alma que ha inspirado multitud de canciones, un pequeño porcentaje de las cuales puestas al servicio de un público heterogéneo que, al mirar enderredor, tenías la sensación que quedaban vestigios del espíritu de Woodstock, a la par que se incorporaban nuevas generaciones que han reseguido el hilo del grunge hasta dar a parar con su figura «paterna». Esas extrañas casualidades que procura la vida aparecieron en forma de regalo para un servidor cuando dos de los temas insignia del álbum que me dio a conocer el talento de Neil Young, Everybody Knows This Is Nowhere (1969), se colaron en el set list de esa noche en la que brilló con luz propia esa «estrella solitaria» que concuerda en sus iniciales con las de la ciudad de Nueva York. Antes de que el concierto desembocara en Down By the River, en el ecuador de la velada Neil Young nos había ofrecido una magistral ejecución de Cortez the Killer, esa obra maestra del álbum Zuma (1975) envuelta de mística que el astro canadiense hizo crujir su voz con una estrofa final escrita desde el desgarro emocional. Otro desgarro, pero material se produjo cuando las cuerdas de la guitarra eléctrica sostenida con vigor por Young acabaron hechas jirones por obra y gracia de su dueño. Sin mayor dilación, nuestro héroe de la noche se subió al púlpito donde impartía cátedra Chad Cromwell. Apellido de militar y político el de este excelso batería —entre otros, al servicio de Mark Knopfler—, pero que no necesita invocar a la magia negra para conseguir sus propósitos. Tampoco lo sería en el caso de Neil Young, a pesar de que al margen izquierdo del escenario luciera altiva la presencia de un tothem de unos dos metros esculpido en madera. Pero éste pasaría inadvertido ante un huracán enfundado en una chaqueta a cuadros, con las embestidas del tiempo dibujadas en su rostro y un perenne compromiso con la razón de su vida por encima de todas las cosas y de todos los seres: la música. Norberto y tantos otros amigos de la playa que habían buscado la mejor localidad de a pie para rendir honores al genio canadiense tras recorrer centenares de kilómetros no pudieron por menos que lamentarse de alguna que otra ausencia del set list que habían apuntado en sus respectivas memorias. Un reproche extensible a la brevedad del concierto, pautado inicialmente en unas dos horas y media, aunque la realidad lo dejaría en una duración de partido de fútbol con prórroga (= propina) incluída. Pero Neil se había vaciado sobre el escenario para sorpresa de aquellos más jóvenes que le situaban rivalizando en quietud con el tothem de marras. Eso sí, un tothem de la música en plenitud física —la que se puede tener cuando la sesentena atrapa a uno— que palpitó en el corazón de oro de los asistentes al Fórum en una velada que se cerraba con un clásico de los Beatles... Al menos, un día en la vida hay que visitar en directo a Mr. Young. Cumplí un sueño. Pegi, Chad, Ben, Rick... gracias por cuidar, en la distancia corta, de un ser que ha hecho del sufrimiento un torrente de obras de arte con letra y música incorporada. La leyenda sigue en forma. Estuvimos allí para constatarlo y vanagloriarnos de ello. Fork in the Road —la excusa para la gira europea iniciada en la Ciudad Condal y Donosti— quedó aparcado en el garaje. Pero eso ya poco importa.

Set List concierto Neil Young Primavera Sound (30 de mayo de 2009)

Mansion On The Hill
Hey Hey, My My (Into The Black)
Are You Ready for the Country?
Everybody Knows This Is Nowhere
Pocahontas
Spirit Road
Cortez The Killer
Cinnamon Girl
Mother Earth
The Needle And The Damage Done
Unknown Legend
Heart Of Gold
Old Man
Down By The River
Get Behind The Wheel
Rockin' In The Free World
A Day In The Life (canción de The Beatles)

10 comentarios:

Tomás Serrano dijo...

¿No te planteaste la posibilidad de entrevistarle? Sera cosa difícil, me imagino, que conceda entrevistas. Lo digo por el libro, claro.

Christian Aguilera dijo...

Hola Tomás:

Planteármelo sí, pero Neil Young vino a Barcelona el miércoles pasado. Ese día ensayó y el jueves lo dedicó a hacer turismo. Así que el tema estaba complicado. De todas maneras, creo que Young es bastante reacio a hablar de determinadas cosas relativas a su obra. Espero algún día tener la oportunidad de entrevistarlo; lo que sí está claro que le enviaré un libro a su agente. Quizá esa sea la puerta que abra una hipotética entrevista. Por soñar que no quede. En eso estoy doctorado.
Gracias Tomás.

un saludo,

Christian

El lobo estepario dijo...

Si la memoria no me falla, la tercera canción era :
Are You Ready For The Country ?

Xabre dijo...

Gracias por la crónica. Es Mansion On The Hill. Esperamos con impaciencia tu libro. Un saludo.

Xabre dijo...

d

Christian Aguilera dijo...

Tienes razón "Lobo estepario".
También me lo pareció pero vi un set list oficial que situaba esa canción en lugar de uno de los temas de "Harvest", para mi gusto, de lo más flojito de la velada. Pero al menos le valió a Neil Young para tomarse un respiro.
Gracias igualmente Xabre.

un saludo para ambos,

Christian

yourisaforever dijo...

Hola Christian,soy Isabel vine con el grupo de los "playeros", hablamos un ratito después del concierto, estaba con mi hijo Dario (para mí también era el primero y aún sigo en las nubes!) por favor me harás saber cuándo y dónde publicarás tu libro sobre Neil? me interesa mucho!Gracias!
Isabel

Christian Aguilera dijo...

Hola Isabel:

Si, claro:
Toma nota de mi email:
christianaguilera2@hotmail.com

Me envias un email y te agregaré a contactos de los interesados en el libro cuando éste vea la luz...
Si no (me) pasa nada, la primera quincena de septiembre estará disponible en librerías; ya te informaré en que sitios de Mallorca lo puedes encontrar.
saludos para Mario y para tí

Christian Aguilera

Anónimo dijo...

Muy buena crítica Christian, soy César que vino de Madrid, nos conocimos en la quedada de los playeros, aquí tenéis mi crítica por si queréis leerla. Un abrazo.

http://bajoelzeppelin.podomatic.com/

Cesarpelopo

Christian Aguilera dijo...

Gracias César. He visitado tu blog y, leído tu post sobre el concierto en el que haces una crónica muy detallada. Celebro coincidir contigo en que Neil Young estuvo tocado por los hados cuando escribió y compuso "Cortez the Killer" o tu pasión por "Old Man". El propio Neil Young tuvo que aclarar a su padre que no iba destinada a él sino a un "viejo" con el que solía coincidir en su rancho de "Broken Arrow", allá por los confines de California. Una historia que bien debes conocer.
un saludo y también celebro haberte conocido. Haré un enlace en Haldane a tu blog.