martes, 13 de mayo de 2008

JUGUETES ROTOS

Aún conservo en mi retina las imágenes vistas en un lejano pase televisivo por el VHF de aquella película de Manuel Summers Juguetes rotos (1966), que se abría con un plano general de un hombre hincándole el diente a un bocadillo al lado de los andamios de una obra. Ese individuo no era otro que Guillermo Gorostiza, jugador del Athletic de Bilbao de la década de los 40 que llegó a vestir la camiseta de la selección española. Al abandonar la práctica balompédica, Gorostiza cayó en desgracia y se empleó en la construcción hasta encontrar la muerte sin haber cumplido ni tan siquiera los sesenta años. Han pasado más de cuarenta años desde aquel estremecedor docudrama en blanco y negro rodado en pleno tardofranquismo y vemos cómo se repiten los casos de Gorostiza, del púgil Paulino Uzcudum o del torero Nicanor Villalta, todos ellos agraciados en su día por la fama pero abandonados a su suerte y muertos prematuramente. Es lamentable que figuras, quiérase o no, que forman parte de la cultura popular de nuestro país, veamos deambular por la pequeña pantalla como sombras de un pasado brillante, restos de serie convertidos en despojos humanos. Nunca he comulgado con el cine casposo del dúo Fernando Esteso & Andrés Pajares, pero me entristece que éste último pasee sus miserias, su vertiginoso declive por las revistas de papel couché y los programas televisivos caracterizados por la zafiedad. Parece que sigue estando de moda el «tiro al blanco» del famoso que ha perdido el norte (en el caso de Pajares, el sur, el este y el oeste), en una muestra más de lo cruel que puede llegar a ser para una persona dejar atrás el éxito y caer en manos de seudoperiodistas dispuestos a descarnar al «animal moribundo», no precisamente el imaginado por la pluma de Philip Roth. Ninguno de estos programas o revistas prestarían la menor atención a la labor teatral o cinematográfica, por ejemplo, de Terele Pávez (la inolvidable Régula de Los santos inocentes), pero sí que tienen tiempo para colocar el objetivo en un cajero del centro de Madrid. Ya estaba servido el titular: «Terele Pávez en la indigencia». Pues eso, ya tenemos nuevos «juguetes rotos» en manos de los transformers de los medios de comunicación hispanos. Algunos de éstos si que viven en la indigencia... pero ética y moral.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Has dado en el centro de la diana. Excelente artículo, Christian.

Un fuerte abrazo.

The Fisher King.

Unknown dijo...

CHRISTIAN
EL JUGUETE ROTO NO FUE EL BOXEADOR PAULINO EZCUDUM SINO
JOSE MANUEL IBAR URTAIN