martes, 23 de diciembre de 2008

NO ES PAÍS PARA CINE: UNOS PREMIOS SIN INDUSTRIA


Creo que no puede haber una sola sombra de sospecha sobre alguien que, como un servidor, dirigió y cofundó Seqüències de cinema, la primera revista de cine en catalán, de periodicidad mensual. Y no era precisamente un tema de garantías vía subvenciones la que nos animó hace más de una docena de años a dar forma a semejante empresa, con un mercado copado por un sector íntegramente en castellano (contabilizando unas 7 u 8 publicaciones especializadas en la materia). Con estos antecedentes, me permito esbozar una prominente sonrisa sobre la instauración de los premios Gaudí de Cine de Catalunya, cuyas nominaciones se acaban de conocer. Dejando al margen lo inadecuado de un anuncio de estas características en un periodo de vacas flacas en el sector, como en tantos otros azotados por la crisis económica, la pregunta clave sería: ¿Por qué no empezamos por los pilares antes de poner el marco de las ventanas? Lo digo porque la industria cinematográfica en Catalunya brilla por su ausencia: los bancos echan a correr si dices que buscas financiación para un proyecto y, en general, el director (o lo que es lo mismo, el guionista y/o productor) está visto como un «bicho raro» que parece haber desconectado el enchufe de la «realidad social». Algunas de las películas que se hacen a casa nostra han podido financiarse a cambio de hipotecar propiedades; otros han sido más «listos» y lo han utilizado para desgravar sus lucrativos negocios. Está claro que con semejantes mimbres no se puede hacer un cesto... digno. No comparto en absoluto la tesis de que estos premios pueden ser la semilla... de nada. Se precisa una industria, empresas que apuesten decididamente por un sector audiovisual que puede tener una espléndida materia humana (y este es el caso) pero carece de los recursos económicos mínimos para que la estructura de la casa aguante al menor contratiempo. La casa del cinema català es de celofán con los colores de la senyera. El hiperactivo Joel Joan (ver foto) es quien ha promovido, entre otros, el proyecto de crear los premios Gaudí, a mayor gloria del Cinema Català. Su contribución al medio cinematográfico en 2008 ha sido un glorioso cameo de tres segundos de duración (y de perfil) en Vicky Cristina Barcelona (2008), que también opta a los Gaudí.
El 19 de enero de 2009, la fecha de celebración del «evento» escucharemos una serie de discursos de pura metafísica que hablarán de un ente extraño para un servidor llamado Cinema Català, y al día siguiente se leerá en los periódicos o en internet que Forasters (2008) de Ventura Pons, ha sido la gran triunfadora en la gala con 7, 8, 9 Gaudís. Y esa sonrisa se tornará en una mirada perdida al contemplar un panorama yermo de calidad que hace pasar por cine piezas claramente pensadas para ser representadas en el teatro (evidentemente, salta a la legua que Ventura Pons no es Sidney Lumet o Elia Kazan, y lo de imaginería visual le debe sonar a cirílico), y que fabrica autores ficticios de la nada como Albert Serra (El cant dels ocells), que para hacerse notar arremete contra Charles Chaplin. No es que los árboles no deje mirar el bosque. Sencillamente, no hay bosque ni árboles. Eso sí, una enorme solar que simboliza un cine catalàn cuyos premios no tardarán en cambiar de emplazamiento, las dimisiones se sucederán y otros incautos tomarán el relevo con el único propósito de enarbolar una bandera que no es precisamente la del denominado Séptimo Arte. Como dijo en su día Joan Potau, guionista y eventual director, las cinematografías nacionales y europeas —salvo la francesa y la del Reino Unido— se sostienen por talentos puntuales. Però, com es diu Catalunya, una flor no fa estiu.

4 comentarios:

Unknown dijo...

cuando alguien nombra a JOEL JOAN
yo hecho a correr

Carles Matamoros dijo...

Estoy bastante de acuerdo con tu tesis y lo cierto es que la lista de nominaciones es bastante temible (al nivel de la de los goya, vamos), pero pienso, al contrario que tú, que sí existe una pequeña escena catalana.

No se trata, obviamente, de una industria sólida -aquí no se hacen blockbusters-, pero sí una de autores un poco radicales que filman sin subvenciones, en su lengua materna y que tienen un recorrido destacado por festivales internacionales. Ahí están, para corroborarlo, películas como El Brau Blau, El somni, Pas a nivell o la misma El Cant dels Ocells. Es cierto que, como tantos otros, Serra (que compitió en Cannes y entró en la lista de los cahiers franceses con su anterior filme) es un tipo un tanto indeseable, pero nadie puede negar que su cine es arrojadizo y atrevido. Nada que ver con el academicismo o las infames telenovelas y tvmovies de tv3.

De todos modos, Joel Joan no me cae bien y mucho menos este tipo de proyectos que huelen a provincianismo y endogamia. Pero eso no quita que, de Catalunya, estén saliendo propuestas interesantes. Eso sin contar que el año pasado hubo dos éxitos comerciales catalanes -Rec y El orfanato- y una cinta de autor aclamada y también producida por estas tierras (En la ciudad de Sylvia).

Sólo apuntar eso...Saludos y feliz navidad!

The Fisher King dijo...

Anteayer vi "Apartado de correos 1001". Desconozco los filmes que citas; no obstante, dudo enormemente que puedan compararse cualitativamente al susodicho.

Anónimo dijo...

Pep, de acuerdo totalmente. Es de aquellos que se apuntan a un bombardeo sea lo que sea: teatro, tele, cine... Cuando ha dicho que sí, luego debe preguntar de qué va la cosa.
Carles, parto de la base que el cine necesita una industria detrás porque si no se queda en algo "amateur". Creo que se tendría que apostar por un modelo de cine, si quieres, especializado, que sea exportable. Hay buena materia prima, gente creativa (Xavi Giménez, el director de fotografía de "Transsiberian" está a la altura de los mejores operadores que trabajan en los USA), pero cuando se hace una peli con un presupuesto cercano a 0 (léase "El cant dels ocells"), no esperemos nada más que poner una vela al patrón del pueblo de Serra.
Fihser, ese cine de género negro bien manufacturado, con gente que amaba este noble arte ya ha pasado a la historia. No creo que muchos de los que dirigen cine en Catalunya y España en general conozcan demasiado cine anterior a 1980, por poner una fecha aprox.
Aprovecho para felicitar las navidades a todos los que siguen el blog con mayor o menor regularidad.
Un saludo para todos... i bones festes!!