jueves, 29 de mayo de 2014

«PERIODISMO GANZO»: DE LAS TRINCHERAS DE CINEXILIO A SOFILM… SO BEAUTIFUL TO BEAR WELL (Sofilm demasiado bonito para ser duradero)

A menudo realizo mi particular circuito por tiendas del centro de Barcelona recorriendo de manera natural la calle Tallers hasta morir  en el FNAC de Plaça Catalunya. Recuerdo para mi sorpresa que en el FNAC más céntrico de la Ciudad Condal encontré una revista de cine de la que no había oído hablar hasta entonces. Ojeé su contenido y en un acto de fe la adquirí. Su nombre: Sofilm. Llevaban varios números en el mercado y la propuesta va dirigida a un público heterodoxo, con un contenido iconoclasta que sigue teniendo en las entrevistas “a tumba abierta” uno de sus puntos fuertes. A partir de entonces, me he hecho asiduo a la adquisición de la revista, una franquicia de la revista Madre francesa nacida en 2012. Sencillamente, tengo la convicción que las entrevistas a John Carpenter, Brian De Palma, Michael Cimino o John Landis son de las mejores que ha leído en castellano en formato revista. Sabedores que todos están fuera de la Industria, no disfrazan las respuestas echando mano de formulario-tipo ni eluden las preguntas que no demasiado tiempo atrás les hubieran resultado comprometidas. Las entrevistas son un género periodístico en sí mismo que no siempre deviene satisfactorio, dependiendo quién formule las preguntas y sepa "contraatacar" con la siguiente en función de lo que el entrevistado haya contestado. Desde mi época como director de Seqüències de cinema (1995-1996) cultivé este género periodístico (Arthur Penn, Alan Parker , John Schlesinger y Jean-Jacques Annaud, entre otros, fueron algunos de los entrevistados) y me apetecía volver sobre el mismo. Por ello, me puse en contacto con el staf técnico de Sofilm.es para abrir la posibilidad a la hora de realizar una serie de propuestas y, de paso, dar mi opinión desde la experiencia sobre nuevos campos a explorar en el ámbito de esta revista de reciente publicación. A través de la primera conversación que sostuve con Alberto Lechuga, uno de sus redactores, de trato amable y cortés, estuvimos planteando diversos temas y, al calor de la actualidad, se abrió la posibilidad de publicar un artículo de Neil Young en el cine. Daba por concluida la lectura de su libro de memorias un tanto sui generis y, siguiendo el modelo Sofilm, extraje de una serie de declaraciones del mismo con la intención de ir componiendo un texto franco a ocupar inicialmente cuatro páginas de la revista. Más tarde la cosa quedaría en un par de páginas del texto fruto de su encaje en la escaleta de la revista, cuyo destino acabaría siendo lo que denominan “cuaderno crítico”. Luego vino la “letra pequeña”: el artículo se cobraba si también se hacía para la edición francesa. De esta forma se desestimó el artículo, encargando a un redactor bregado en “urgencias” de Sofilm para que reconstruyera el artículo. Con este gesto Sofilm se librara de liquidar una cantidad, favoreciendo la cuenta de resultados de la revista.

   Después de este capítulo hice tabula rasa disculpando al redactor jefe Fernando Ganzo porque esa letra pequeña no se me explicó por parte de su subordinado. Entendí, pues, que el canal de comunicación debía ser a partir de entonces Ganzo. En mi voluntad por seguir retormando ese género periodístico que había descuidado durante tanto tiempo (la persistencia no siempre es buena consejera, como evidencia en este caso), ofrecía la posiblidad a Ganzo por concertar un par de entrevistas con Tobe Hooper y con Volker Schlöndorff. El silencio se impuso durante un tiempo hasta que al tercer email Ganzo respiró en forma de doble disculpa: por la tardanza en la respuesta y por la idea que ellos ya cubrirían la entrevista con el cineasta texano, el autor de la seminal La matanza de Texas (1974). Entonces tuve la certeza que Sofilm es una propuesta editorial que cabalga a los lomos de un sentido profundamente endogámico. Ya han establecido lo que denominan el concepto “Sofim” en el que tienen cabida un determinado círculo de personas, seguramente algunos de ellos salidos de las trincheras de Cinexilio, del que el propio Fernando Ganzo no reniega haber formado parte antes de su salto para hacerse con las riendas, de forma “mancomunada”, de la revista Lumiére, luego reconvertida en publicación digital. Por eso entiendo los largos silencios de Fernando Ganzo y el porqué da pábulo a entrevistas como la de Gérard Depardieu en el número 12 (mayo 2014) (si bien se pueden extraer cosas excelentes conforme, por ejemplo, a la proverbial vena lectora del actor rusófobo, su sentido de la moralidad deja mucho que desear). Para alguien acostumbrado a actuar bajo seudónimo como Fernando “rajando” a diestro y siniestro de compañeros de profesión (los redactores de Dirigido por… solían ser uno de los blancos fáciles), en ese tono condescente, sobrado propio de los tipos resabiados, es lógico que administre esos silencios… hasta que amaine el temporal. Creo que es bueno poner en conocimiento que el redactor jefe de Sofilm.es fue en su día de enfant terrible alguien que se escondía con seudónimo o nick presto a darle con un tirachinas en el ojo crítico a algún colega por muy distintos y algunos espúreos motivos, en especial a Dirigido por… Pero lo que sí debo decir que, a diferencia de la revista con sede en Barcelona que ha cumplido con creces los cuarenta años de existencia, vaticino que el proyecto Sofilm.es acabará naufragando a un par de años vista o bien “reinventándose” en el éter digital, de donde provenían Fernando Ganzo y su tropa en esa ignominia denominada Cinexilio, que me temo muchos de ellos se han hecho twiteros contumaces para proseguir dándole al insulto a modo de forma de expresión más acorde con su línea de pensamiento. Ese naufragio (y así se lo hice saber vía email a Fernando Ganzo) de la edición español se deberá al carácter endogámico practicado y que he podido percibir a las claras, y la necesidad imperiosa por encadenar nombres ilustres para una determinada generación de cinéfilos (John Carpenter, Brian De Palma, Joe Dante, John Landis, etc.) sin prever que la lista no es demasiado extensa en este sentido. Dosificar estas entrevistas, intercalando segundas espadas o nombres propios de otros campos (no solo el cine son directores e intérpretes; este mensaje lo ha ido captando Dirigido por de un tiempo a esta parte) en algunos números favorecería a la longevidad de la revista. Pero si siguen esta dinámica, la pregunta pertinente sería: ¿alguien comprará un ejemplar de Sofilm por la entrevista-estrella a Abert Serra (jugando a empresario de Sofilm.es desde su funación) en función del estreno de una película longer than life o a Xavier Dolan cuanto éste cumpla veinticinco años y ya acumule muchas más películas que algunos directores veteranos de nuestro bendito país? Pues creo que solo lo harán hypsters, inconoclastas irredentos y fashion victims que van de guaisiers y se abren a las tendencias del cine “moderno” para epatar con algunos nombres de cineastas a su parroquia. Serán entonces cuando un servidor diga basta, y pase de largo en mi cita mensual con el quiosco del FNAC de Plaça Catalunya. El «periodismo Ganzo» llamará entonces a las puertas de la inmolación

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