Suelo concluir cada año con una lectura que me provoque un
sentimiento de estima, de placer por el mero hecho de enfrentarme a semejante
ejercicio que alienta el intelecto. Años atrás comenté en este mismo blog un documental de IMAX sobre la
hazaña del aventurero Ernest Henry Shackleton (1874-1922) y su tripulación del Endurance. Prácticamente
en el último suspiro de 2014 regreso sobre este extraordinario personaje con
motivo de la publicación de El viaje de
Shackleton, una obra ilustrada del precoz talento británico William Grill
que lleva el aval de Impedimenta. Un delicatessen
con un formato próximo al tamaño Din A-4, en tapa dura y, por tanto, fuera de
los estándares a los que nos tiene acostumbrados Impedimenta, aunque con la participación en la traducción (Pilar Adón) de una recurrente profesional en el sello madrileño. Merecedor del premio
New York Times Best Illustrated Books en 2014 y del premio AOL Illustrarion New
Talent, El viaje de Shackleton, en el
año de la conmemoración del centenario del inicio de la expedición del
Endurance a los confines del «quinto
continente» viene a sumarse a las
publicaciones en lengua castellana sobre tan notable personaje y la proeza que
le elevaría a los altares de la fama y sobre todo del reconocimiento popular
durante su existencia y posterior a la misma. Endurance, la legendaria expedición a la Antártida de Ernest
Shackleton (2009, Planeta de Agostini), de Luis Bustos, Shackleton, expedición a la Antártida (2011,
Bambú Editorial), de Lluís Prats, y Shackleton,
el indomable (2013, Forcola Ediciones), de Javier Cacho preceden a este
libro profusamente ilustrado verbigracia de unos dibujos cincelados por Grill
con un estilo peculiar, que parece surgido de “otra época”. Algo más extenso en
número de páginas —setenta y cuatro—
que el cómic-tipo, por ejemplo, de la serie sobre Tintín, El viaje de Shackleton nos invita a un recorrido por el periplo de
la expedición del Endurance, abordada un par de años después de la tragedia del
Titanic, pero colocando el objetivo en ese continente desconocido, la Antártida , que puso en
jaque a la vida de una veintena de aguerridos hombres, alentados en todo
momento por Shackleton para que las fuerzas no les vencieran. Una historia pertinente
de leer en tiempos en que la crisis —a
todos los niveles— azota, cuál vendaval, la vida de
infinidad de personas, agarrados a una luz de esperanza en plena oscuridad. La
oscuridad para Shackleton y sus compañeros de viaje tuvo un color, el blanco (con su infinidad de matices) de
un paisaje nevado, gélido, que dominaría durante más de dieciséis meses, de 1914 a 1916, sus respectivas vidas. Mientras en el
viejo continente se libraba la Primera
Guerra Mundial, Shackleton, Frank Wild, Frank Worsley y
tantos otros hasta completar veintisiete expedicionarios, batallarían en esa Antártida
que se abría a la civilización en condiciones metereológicas extremadamente adversas. De esa
gesta da cuenta un libro excelentemente ilustrado que refuerza si cabe aún más
el “compromiso” de Impedimenta por escarbar
en todos los rincones posibles de ese crisol de naciones llamado el Reino Unido, con un
timbre singular para la narración. Esta vez, la narración se acomoda a unas
ilustraciones que muestran individuos con cuerpos desproporcionados en relación
a esas cabezas que, como la de Shackleton, maquinaron un proyecto de casi
imposible realización. Pero la imperiosa necesidad del ser humano por ir más
allá de donde dicta la lógica, movió a Shackleton a decidirse por escapar del
conformismo. Él mismo escribió una frase con aliento a una sentencia que
descansa en las páginas finales de este galardonado volumen: «Elegí la vida por
encima de la muerte por mí mismo y para mis amigos... Creo que está en nuestra
naturaleza el deseo de explorar, de adentrarnos en lo desconocido. La única
derrota verdadera sería la de no salir a explorar jamás». Ernest Shackleton dixit.
Existe vida después del cine. Muchos me vinculan a este campo. Este blog está dedicado a mis otros intereses: hablaré de música, literatura, ciencia, arte en general, deportes, política o cuestiones que competen al día a día. El nombre del blog remite al nombre que figura en mi primera novela, "El enigma Haldane", publicada en mayo de 2011.
jueves, 1 de enero de 2015
«EL VIAJE DE SHACKLETON» de William Grill: HACIA LO DESCONOCIDO
Etiquetas:
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