Portada provisional de La historia del rock sinfónico |
De un tiempo a esta parte me he preguntado en numerosas ocasiones del porqué el rock sinfónico —asimismo llamado rock progresivo— quedara confinado en el olvido por los tiempos de los tiempos después de haber dominado buena parte del espectro de la escena musical —aquel consumido por un público mayoritariamente joven— durante la década de los setenta. En buena lógica, según los dictados de las modas, el rock sinfónico no parecía ser objeto de demanda entre las editoriales versadas en material musical —al menos, en algunas de sus colecciones— que destinaban sus esfuerzos económicos a apuestas más «seguras». Por fortuna, T&B Editores ha confiado en un proyecto que para un servidor tiene un tanto de especial por cuanto con este tipo de música crecí y con el tiempo me fui labrando una afición que ha perdurado hasta la fecha.
A mediados de mayo de 2012, pues, verá la luz La historia del rock sinfónico, un proyecto de larga gestación, ajeno a esos imperativos de la inmediatez marcados por numerosas editoriales, a la caza de una coyuntura sociocultural con la que salvar una temporada, en lo económico, de vacas flacas. A falta de confirmar el autor del prólogo, esta monografía contiene una extensa y soberbia introducción a cargo de Jaume Carreras —perfilada sobre los fundamentos histórico-filosóficos que alimentaron esas sinergias musicales de real abolengo durante los años sesenta, el fermento necesario para lo que estaría por llegar— para, a continuación, entrar en materia con el centro de gravedad dispuesto sobre ese quinteto de bandas que ofrecen la magnitud de estilos que redundan en torno al concepto de rock progresivo o sinfónico. Pink Floyd, Genesis, Yes, King Crimson y Marillion ocupan un espacio importante en el conjunto del libro, con un número de páginas para cada entidad musical que bascula entre las treinta y cinco y las cincuenta páginas. Evidentemente, no quedan fuera de cobertura el análisis de la obra de Camel, Supertramp, Barclay James Harvest, Emerson, Lake & Palmer, Caravan, Jethro Tull, Transatlantic, Pendragon, Asia... ya que desde el primer momento que me puse a escribir el libro tuve en mente dar una visión de conjunto lo más amplia posible.
Numerosas lecturas —preferentemente en inglés— e infinitas escuchas de rock sinfónico y los distintos planetas musicales que los circundan me han acompañado en los últimos meses. Ahora solo queda el sprint final, esas páginas que tratan de sintetizar el recorrido musical de una banda que merece su lugar en esta particular historia y el redondeo en forma de material gráfico que contribuye a entrar por los ojos un determinado libro. Creo que el esfuerzo ha valido la pena en aras a legitimar si cabe aún más un legado musical edificado por personas de un extraordinario talento, algunos de los cuales fueron y siguen siendo auténticos virtuosos. Unos dinosaurios, eso sí, que se extinguieron pero que merecen integrarse en los libros de historia... de la música contemporánea en lengua castellana. En El mundo de Haldane iré publicando de aquí a mayo algunas semblanzas de aquellos prohombres del sinfónico y derivados que, por un motivo u otro, me han llamado especialmente la atención en la fase de revisión de sus trabajos ya sea en solitario o al amparo de las bandas que les dieron solera.
"Wish You Were Here", uno de los temas floydianos que me mostraron el "camino"
hacia las esencias del rock sinfónico:
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