Lo primero que me llamó
la atención de la edición en CD de In My
Own Time de Karen Dalton (1937-1993) fue su similitud con la portada del
disco epónimo de debut de David Gilmour, quien empezaba a trazar una carrera
musical en solitario conforme a la necesidad de salir del ambiente enrrarecido
que se respiraba en el seno de Pink Floyd. Habían transcurrido tres años desde
que Dalton había fallecido a causa de un cáncer de garganta, aunque asimismo se
la diagnosticó de SIDA, siendo uno de los numerosos casos de músicos que aún no
habían tenido el arrojo de hacer pública una enfermedad letal por aquel
entonces. Al igual que David Gilmour, Karen J. Kariker (artísticamente, Karen Dalton) posa con la oscura melena al
viento en el margen del cuadro que
presenta una estampa típicamente invernal con una casa de madera al fondo y un
árbol despojado de follaje. En esa imagen apaisada apenas podemos percibir los rasgos
más volubles del rostro de una mujer de treinta y tres años aclimatada al
paisaje rural merced a su condición de oriunda de Enid, localidad de Oklahoma
situada en el condado de Garfield.
De esas esencias blues que inspiraron a Pink Floyd también hicieron lo propio en el
caso de Karen Dalton, cuya voz no tardaría en ser comparada con la de Billie
Holliday al entrar en la rueda de actuaciones en locales de la escena
neoyorquina que de forma tan certera reflejaron los hermanos Joel y Ethan Cohen
en A propósito de Llewyn Davis
(2013). En aquellos años sesenta Karen Dalton presentaba sus credenciales para
recibir la atención del público combinando una voz bluesie con la ejecución de una guitarra de doce cuerdas. Para su
segundo y último disco de estudio, Karen Dalton registró un total de diez temas,
que incluye una versión del mainstream
“When a Man Loves a Woman”--. De tal suerte, se dejó acompañar por una quincena
de músicos, entre los que no faltaba el pianista Richard Bell, quien asumió en
los años noventa el papel de teclista de The Band. El último «eslabón» de la cadena de
teclistas que formaron parte del lineup
del grupo canadiense, en cuya formación seminal estuvo su tocayo Richard Manuel.
Él fue el autor del tema “In a Station”, a efectos de formato vinilo, el primer
tema que suena de la cara «B» del álbum In My Own Time, sembrado de versiones y
de canciones tradicionales convenientemente arregladas para la ocasión por ella
misma y el productor Harvey Brooks. Una labor adicional a la que ocupó en las
sesiones de grabación en los estudios Bearsville Sound Studios y Mercury Sound Studios, en que alternaba la ejecución de
la guitarra de doce cuerdas y del banjo con poner a tono esa voz peculiar que captó la atención, entre otros, de Bob
Dylan y Nick Cave, artífice de un escrito titulado «An Understanding of
Sorrow» para la carpetilla de
la edición de The Attic Records. Cave no duda en reconocer que el tema “Katie
Cruel” (en que gana protagonismo los acordes al banjo repercutidos por la propia cantante, compositora e instrumentista, en similar disposición que en el tema "Same Old Man") influyó sobremanera en la confección de “When I First Came to Town”, una
de las canciones punteras del disco Henry’s
Dream. El sueño de Karen Dalton hubiese sido seguir la senda de las
grabaciones en estudio de nuevo material, pero su estrella iría declinando con
el paso de los años, acusando de manera particular la pérdida del cantautor Tim
Hardin, fallecido en 1980. Con él había llegado a consolidar un dúo musical,
dejando constancia que su voz, a ratos quebradiza, a ratos tocada de un aliento
de melancolía, seguía siendo un polo de atracción para audiencias dispuestas a
pasar una velada sientiendo en sus caras una ráfaga de música nacida de las
entrañas. Música de esencias folks y blues que se conservan,
cuál tesoro en In My Own Time y su
disco precedente, It's So Hard to
Tell Who's Going to Love You the Best (1969).
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