No
cabe duda alguna que el proyecto de publicar un libro para los fans de Yes
empezaría a coger cuerpo en forma de propuesta en firme a raíz de la publicación
de Historia del rock sinfónico (2012),
escrito por un servidor. La buena acogida dispensada al mismo traería, por
consiguiente, que esa propuesta fuera estimada viable por parte de T&B
Editores, aunque dentro de unos parámetros más modestos en distintos aspectos
en relación al grueso de la producción editorial vinculada sobre todo al cine, a
los deportes (preferentemente fútbol) y a la música (esencialmente de rock y
pop).
Siempre me he mostrado cómodo frente a la
aparición de trabajos que puedan, en algún sentido, complementar a lo que
personalmente haya podido hacer. No resulta la norma de conducta habitual en un
mundo presidido por las envidias, el sentido de la exclusión y el tratar de “patrimonializar”
un ámbito del conocimiento como pueda ser, por ejemplo, el del rock sinfónico o
progresivo. Por ello, en primera instancia, cabe saludar de manera positiva la
aparición en el mercado de Yes: Más allá
del abismo (2013), en que para el título y la cubierta de la portada Paraíso
afina en el sentido del (auto)homenaje, aquel presto a rendir tributo a la “pieza
roseta” que le abriría el conocimiento y posterior inmersión sobre un universo extraordinariamente
variopinto merced a las características de la veintena (a día de hoy, a buen
seguro, Chris Squire y Steve Howe estarán sopesando la idea de alguna baja o
alta) de músicos que han formado parte de la banda nacida a finales de los 60.
No en vano, en la introducción Paraíso relata que su primo Vicente le regaló al
cumplir los trece años el vinilo de Close
to the Edge (1971). Desde entonces, el “verde celestial” alfombraría el camino a la búsqueda y
captura de cualquier pieza (LP’s, EP’s, maxisingles, rarities, discos piratas, fotos, revistas, libros, etc.) que
razonara sobre ese universo que evoca unas emociones íntimas expresadas a través
de una música que requiere de auténticos virtuosistas para ejecutarla. Por
aquel entonces, alargaba su vida comercial en los cines a través de programas
dobles Extraños en el paraíso (1984),
dirigida por Jim Jarmusch. Por su parte, Paraíso debía sentirse un extraño en el patio del instituto cuando
trataba de comunicarse con sus compañeros, haciéndoles ver la grandeza de su
descubrimiento. A mediados los años 80 Internet representaba una quimera y las
posibilidades de crear una comunidad virtual que movieran de manera directa a
Paraíso a intercambiar afinidades musicales relativas al rock sinfónico y en
particular Yes, brillaban por su ausencia. Las tiendas de discos se
convirtieron en una segunda o tercera casa en las tardes de los viernes o de
los sábados, pero la perseverancia y el hecho de saber administrar un orden de
prioridades cuando uno no nada en la sobreabundancia de dinero propiciaría que,
al cabo, la «colección Yes» creciera hasta convertirse en un
auténtico tesoro. Para levantar acta de ese patrimonio personal, ligado al
paulatino conocimiento sobre la materia, en cierta forma, surge Yes: más allá del abismo, que para algunos
de los no avisados podría llevarlos a la confusión que se trata de una traducción
en lengua castellana de la biografía del especialista Chris Welch de idéntico
subtítulo. Salvada semejante puntualización, a diferencia del texto de Welch,
Paraíso propone una especie de miscelánea, claramente orientada hacia el fan de
la banda, en que en algunos capítulos toman la palabra los propios miembros de
Yes a través de extractos de entrevistas o de la traducción de programas de
mano, textos aparecidos en las carpetas de los discos compactos recopilatorios,
etc. Paraíso trata de poner sobre el tapete algunas de las claves del sonido
Yes, intenta transmitir esa pasión por la música del grupo británico cara a las
nuevas generaciones y elabora un detallado, por prolífico, apéndice-guía que
cubre cada uno de los rincones que comprometen a la edición, ya sea en soporte
musical, videográfico o bibliográfico. El propio formato del libro, interpreto,
que las páginas referidas al análisis pormenorizado de cada disco en estudio,
pero también recopilatorios o directos oficiales, no podían ganar mayor espacio
del que finalmente se impuso por criterios estrictamente editoriales. Podría
imaginar que la editorial tuvo en mente que ese flanco estaba plenamente
cubierto en Historia del rock sinfónico,
la verdadera esencia de la obra en que lo analítico impone su “ley” frente a lo
anecdótico o lo accesorio. Por ello tengo la convicción que uno y otro texto
recorridas por tonalidades verdosas en sus portadas, en definitiva, se
complementan. Yes: más allá del abismo
acabará, pues, fusionándose en la biblioteca particular de un servidor,
ocupando un espacio al lado de monografías sobre música que tributan en el rock
tocado por innumerables influencias desde que Chris Squire y Jon Anderson
decidieran poner rumbo a lo desconocido hasta crear, como bien señala Paraíso, los
pilares para estilos o subestilos como el metal
prog o el prog blues.
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